Diego Arce. – Ya sea para irse de fiesta o para trabajar en la estrategia de la campaña electoral: Los diputados tienen ya luz verde para irse de vacaciones, luego de aprobado en primer debate el crédito del FMI por ¢1.700 millones que desvelaba los intereses del Poder Ejecutivo.
Si bien el Ejecutivo esperaba que el crédito quedara aprobado en sus dos debates este jueves, lo cierto es que a los diputados les empezaron a entrar dudas sobre la viabilidad del plan que generaron un atraso en su votación.
La jefa de bancada del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC), aseguró que se trata de un proyecto de ley que no es popular pero que va en la dirección correcta en cuanto a la responsabilidad con la limpieza de las finanzas del Estado.
Por eso solo llegaron al primer debate y ahora en Casa Presidencial podrán buscar dónde esperar hasta que llegue el 12 de julio, fecha en que los diputados volverán de su receso de medio periodo.
“Voy a ser consecuente y directa: Mi posición ha sido no más impuestos, ni endeudamiento mientras el Gobierno despilfarre recursos”, dijo Díaz.
El jefe del PUSC, Pablo Heriberto Abaraca, dijo por su lado que votó a favor del plan de crédito porque “no hay de otra”, pero recalcó que los socialcristianos esperan una reforma estatal que aún no llegan.
Y la verdad, es que el caso Cochinilla, donde se investiga la supuesta malversación de ¢78 mil millones en obras viales, da con qué dudar a la oposición.
El diputado Wálter Muñoz aseguró que en lugar de sumar créditos en contra del Estado se debería renegociar la deuda del país y buscar una mejora en los intereses que ahogan a las arcas públicas.
Por su parte, el diputado del Frente Amplio, José María Villalta, aseguró que uno de los principales problemas del crédito es la “falta de transparencia por parte del Poder Ejecutivo, que tiene un doble discurso”, dijo el frenteamplista.