“Al cierre del 2020, se prevé colocar más de 6000 millones de colones en recursos no reembolsables”
“Cualquier inversión que hagamos en cooperativas irradia en sus afiliados”
Aarón Chinchilla.- El Presidente Ejecutivo del Instituto de Desarrollo Rural (INDER), Harys Regidor, aseguró que la pandemia Covid-19 ha permitido mayor asociatividad y eficiencia en el manejo de recursos, al punto que, al cierre del 2020, se prevé colocar más de ¢6000 millones en recursos no reembolsables a productores de todo el país.
Sin embargo, no todo es color de rosas, ya que algunos proyectos en la Asamblea Legislativa pretenden cerrar el Inder y dicha situación “causaría una afectación no solo al Estado” sino a cientos de cooperativas y sectores productivos del país
A pesar de lo anterior, el jerarca detalló a La Voz Cooperativa que, para el Inder, las Cooperativas son de vital importancia en la producción nacional.
En medio de la crisis económica generada por la pandemia Covid-19 ¿Qué acciones ha venido tomando el INDER en materia de seguridad alimentaria?
Hay que decir una la parte rural y agroalimentaria cumple con un rol fundamental, pero si no se acompaña de insumos para la producción, nos queda la mesa incompleta. En esa materia, es importante la comercialización: Hemos sido buenos dando tierras y oportunidades por medio de fomento a la seguridad alimentaria, insumos, financiamiento y recursos no rembolsables para que los campesinos puedan producir, pero dimos un cambio a la lógica de cómo se entiende la fase agroalimentaria.
Si no hay un espacio dedicado para la comercialización, todo lo que hagamos no tendría sentido. No es solo poner a la gente a trabajar, sino que se generen espacios de comercialización óptimos que permitan cerrar el ciclo que hemos venido trabajando.
Es decir, el fortalecimiento de relaciones de encadenamiento.
Así es. Cuando hablamos de encadenamientos, se han impulsado mejoramiento genético, tecnológicos, impulso a actividades no alternativas en los territorios, entender las condiciones geomorfológicas y seguir impulsando la dinámica de encadenamiento. El encadenamiento no se da solo, sino por estructuras sólidas y en ese aspecto, las cooperativas cumplen un rol importante en materia de asociatividad.
El trabajo que hacemos con las cooperativas, centros agrícolas cantonales, asociaciones de productores e incluso la empresa privada se convierte en elementos de valor y competitividad que genera mejor comercialización. El financiamiento del Inder va dirigido en esos eslabones de la cadena: producción, valor agregado y comercialización.
En todo ese conglomerado hemos vinculado elementos ligados a los servicios. Estos necesitan acompañamiento técnico o de soporte tecnológico que los haga más eficientes Hoy día necesitamos entender estas dinámicas para poder seguir operando dentro del marco de la competitividad, intermediación, desarrollo, impacto e interrelación.
No obstante, todas esas relaciones se ven afectadas por la pandemia ¿Qué ha pasado entonces con esas fases? ¿Cuáles acciones concretas ha tomado Inder para operar de la mano con los productores?
Hay dos niveles que se han tomado: Aplicamos moratorias para pagos del canon que están vinculados a las Tierras que se le han dado a las personas y organizaciones. Esa moratoria aplicó hasta septiembre y es probable que se vaya a ampliar. También aplicamos una moratoria para los créditos rurales que otorga el Inder. Es probable que la extendamos y es una primera parte de lo que hemos hecho
En segunda fase, como nadie sabía que habría Covid, habíamos incorporado ¢2300 millones para atender unas 1500 operaciones de solicitudes de recursos para actividades productivas: compra de insumos, fortalecimiento de encadenamientos, infraestructura menor ¿Qué hace el Covid? Nos obliga a meterle más recursos porque se complicaba el dinamismo económico genere recursos para darle vuelta.
Es decir, tuvimos que generar rápido un mecanismo interno para incorporar recursos.
¿Entonces el Covid los obligó a dinamizar los recursos?
Además de eso, nos obligó a ser más eficientes y nos simplificó procesos. Este año pasaremos de 2000 millones a 6000 millones con más de 3000 operaciones (recursos no reembolsables) a personas que demostraron afectación directa en operaciones.
Se simplificaron los trámites, atendiendo el elemento de transparencia. Nos permitió dinamizarnos nosotros para llegar más rápido a la gente.
¿Y sobre los mercados?
Muchos componentes son articulados. Mucha organización de productores del Inder están relacionados con programas con el PAI del CNP. Nuestros beneficiarios requirieron nuestros recursos para mejorar o mantenerse en el mercado, subsidiando los recursos que tenían que disponer personas y no despedir. Nuestra labor ha sido sostener las organizaciones que se encuentran con trabajo vinculados a los mercados. Además, mejorar la capacidad técnica de producción. Requerimos que los insumos los hagan más eficientes en términos de producción. La mejora en semillas o equipamientos que entregamos deben estar vinculados a ser eficientes y gastar menos recursos que los que antes se gastaban. Es decir, el margen de utilidad del Inder se puede usar en otro componente. El objetivo es sostener la base productiva de organizaciones ligadas a mercados.
No es solo trabajar con lo productivo sino de la colocación y las dinámicas que hemos entrado son la de fomento y crear mecanismos para que, en cada territorio, las organizaciones tengan conocimiento de puntos de venta para poder colocar sus productos en manera local.
¿Ese modelo se ha aplicado con cooperativas?
Sí. Hay ejemplos incluso antes del Covid. Coopeldos o Coopeparrita. Ambas y otras nos han llevado a decir que el modelo ejecutado les ha dado sostenibilidad incluso en medio de la pandemia. En caso de Coopeldos se les visitó con el tema de Carbono neutralidad. Les dimos recursos y pudieron tener buenos resultados. Lo mismo con CoopeParrita Tropical. Construimos con el CNP y el MAG una planta que permitió la exportación de papaya. Eso en otro momento no se hubiese podido. En este aspecto, reitero que para el Inder es importante la asociatividad y la necesidad de incorporar a personas, como en el caso de cooperativas.
¿Hay estrechez entre Inder y Cooperativas?
Mucha. Para el Inder, creer un modelo solidario en el que nadie se quede atrás es clave. Las cooperativas lo mantienen. Cualquier inversión que hagamos en una cooperativa irradia en sus afiliados, independientemente de sus condiciones. Tenemos ventajas: Para nosotros, hay una relación de mejora y financiamiento que nos permite ampliar la base de beneficiarios.
Además, hay un elemento de control de los recursos públicos. Con las cooperativas, tenemos control cruzado y rendición de cuentas de ellos, que nos permiten garantizar que cada recurso nos da buen resultado. Los acercamientos con distintos sectores que hemos tenido con otras instancias como Conacoop a quien le agradecemos por su respaldo, nos compromete a entender que las cooperativas son un modelo solidario clave para que el Inder pueda aumentar el impacto en los territorios rurales.
En el plenario existen una serie de iniciativas que buscan el cierre del Inder
Hay varios proyectos que buscan poner un interés económico a uno social. Muchos quieren dar a entender que cerrando instituciones se puede generar un impacto a la situación fiscal del país. Eso es debatible. El Inder no genera impacto sobre el Gobierno Central, sino que genera sus propios recursos. Para alguna gente, los controles cruzados que hacemos no les gusta. A muchos no les gusta el control fiscal que hemos hecho. Eso a muchos no les gusta. Entender que lo que hacemos se genera en recursos y asistencia técnica para el desarrollo de los territorios incomoda a algunos.
No comprenden que el Inder no es el IDA ni el ITCO, sino una agencia para el desarrollo. A la gente ya no le importa quién corta la cinta o quién se tomó la foto: le importa que le resuelvan los problemas y para ello estamos. El concepto del Inder ya no es solo tierras sino en distintas áreas. Parece que algunos actores políticos no lo logran comprender.
¿Cuáles son los principales retos del Inder en materia de seguridad alimentaria?
El aseguramiento y autoabastecimiento de las familias, el incremento de la producción de las familias. Además, está la fase de pasar del autoabastecimiento a un modelo de encadenamiento: Ahí la asociatividad, como en las cooperativas genera volumen de producción que crea interrelación comercial.
Finalmente, la articulación eficiente de gestión productiva, no solo de granos básicos sino de todos: Cámaras, cooperativas, productores, Gobierno. Es responsabilidad de todos los actores. Sí algo le ayudado a Costa Rica es la asociatividad que no ha dejado que intereses particulares se sobrepongan sobre la colectividad. Por más que haya intereses para minimizar y sacar réditos, en Inder mantenemos nuestra línea. Las cooperativas, Centros Agrícolas, Asociaciones de Desarrollo y productores son vitales y el Covid ha permitido entender que fortalecerlas sigue siendo un arma para potenciar los territorios rurales; Esto, a pesar de los vaivenes macroeconómicos que no han sido favorables para ellos.
¿Retos que deben tener las cooperativas?
El desapego de estructuras organizativas a formas tradicionales de producción. La competitividad pasa por la necesidad de mejorar la capacidad de producción. Implica en invertir en tecnología y conocimiento. Cambiar la lógica de pequeña producción a algo agroindustrial o agropecuarios. Incorporar mejoramiento para la eficiencia. Especialización y eficiencia. Las cooperativas se convierten en instituciones financieras que permiten con solidez darles mejores condiciones a sus afiliados: De nuevo la asociatividad. Por ello es que se deben potenciar, se mantengan y mejoren.
Mensaje final para el cooperativismo
Costa Rica se levantará desde los territorios rurales. Las cooperativas siguen siendo un eje articulador entre la Costa Rica solidaria y la economía social. El trabajo que amalgama la gestión de las cooperativas no se puede dejar pasar. No hay que aflojar, seguir en pie y seguir trabajando.
