Programa de Abastecimiento Institucional compró al productor nacional 20.000 quintales extra este agosto, lo que representó ¢400 millones para agricultores costarricenses
Esteban Mata y Aarón Chinchilla. – Pérez Zeledón.- El verde seco de las hojas achaparradas de las matas de frijol y cientos de lonas sobre el producto recién cosechado se dejan ver entre las escarpadas colinas de Pejibaye de Pérez Zeledón mientras la faena por la segunda cosecha del año gana terreno en esta parte del país.
Si bien la cosecha ha sido mucho mejor que otros años, la crisis económica producida por la pandemia del Covid-19 también trae incertidumbre entre los productores y los jornaleros. Productores tanto de la Zona Norte como de la Zona Sur del país alertan sobre la amenaza a la actividad agrícola nacional de mantenerse el desequilibrio en precios entre frijoles importados, cosechados con subvenciones extranjeras, frente a las condiciones locales.
Actualmente, la diferencia entre un paquete de frijoles importados y uno nacional ronda los ¢100, que aunque podría parecer poco, en tiempos de crisis podría significar el estancamiento del producto costarricense en los supermercados.
La situación crítica de la economía internacional presiona a los productores nacionales, frente al modelo de importaciones que permite la entrada de productos subvencionados y con mecanismos de protección mecanizados en el extranjero.
Si bien hay un repunte en las cosechas costarricenses de los últimos años y la pandemia por el Covid-19 permitió que tanto el Consejo Nacional de Producción (CNP) como el Instituto Nacional de Desarrollo Rural (Inder) promovieran mayores cosechas a nivel local, lo cierto es que los esquemas de precios del modelo importador están poniendo en riesgo a miles de familias que dependen de la actividad frijolera en el país.
AUMENTO EN LAS VENTAS AL CNP
Datos del CNP muestran que para el año 2018, la institución compró 25.247.67 quintales de frijol, la cifra aumentó a 32.735 y al 31 de julio se compró un volumen de 86.869.
Además, para agosto de este año, la institución compró un adicional de 20.000 a la Región Brunca a través del Programa de Abastecimiento Institucional (PAI) que lleva producto nacional a instituciones como escuelas, colegios, hospitales, centros penitenciarios y otras entidades estatales, que se ejecuta bajo la administración del CNP.
Dicha compra representa un tanque de oxígeno para los agricultores de la zona, pues por estos 20.000 quintales ya recibieron un adelanto de ¢400 millones.
A esto se suman planes de ley que amenazan la producción local, pues están dirigidos
ya sea a cerrar el CNP o bien a eliminar la exclusividad de mercado local que tienen los productores en el PAI.
El diputado del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Pablo Heriberto Abarca empuja una iniciativa de ley para cerrar el CNP, lo que eliminaría el mercado exclusivo que encuentran los productores nacionales en el PAI.
Abarca considera que el CNP ya no es funcional, sin embargo, su discurso no toma en cuenta a los miles de productores que quedarían al garete en un mercado libre, que permite la importación de producto importado de Estados Unidos, Nicaragua y China, especialmente y que, en vista de las diferencias en los modelos de producción, aplastarían y eliminarían la actividad frijolera local, según reseñó el gerente de la Asociación de Productores de Frijol Verazcruz, aquí en Pérez Zeledón.
La iniciativa de Abarca busca también que la Fábrica Nacional de Licores (Fanal) pase a formar parte y sea administrada por la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar (Laica), y en un plazo de 5 años se elimine el monopolio para la fabricación del alcohol etílico.
EL ESPEJISMO IMPORTADOR
Este tipo de propuestas desvelan a los agricultores como Luis Arguedas Acuña, miembro del Consejo de Administración de Coope Ceproma, en Pejibaye de Pérez Zeledón, quien aseguró a La Voz Cooperativa que planes como el de Abarca viene a fortalecer a los importadores, quienes conocidos como “industriales”, se limitan a importar producto de países que subvencionan la producción agrícola, tal es el caso de Estados Unidos.
Henry Acuña Quirós, gerente de la Unión de Cooperativas de la Zona Sur (Uncoosur), cuestionó el proceder de diputados que promueven, a su entender, el empobrecimiento del agricultor costarricense y de toda la cadena de producción, en beneficio de los importadores.
“Cuando un país como Costa Rica compite contra un país como Estados Unidos, no podemos, porque ese país más bien subsidia a los agricultores, y aquí no podemos competir contra eso y aquí da vergüenza que los diputados más bien les quitan las herramientas para producir”, dijo Acuña.
“Que es más barato, dicen. Eso es cuestionable”, afirmó Freddy Morera, gerente de la Asociación de Productores de Frijoles Veracruz.
Para Morera, la cuestión radica en que, mientras los recursos del frijol importado salen del país, drenando recursos de la economía local y nacional, el frijol costarricense deja el dinero circulando en el país.
Actualmente, el Gobierno se ve tentado a cerrar instituciones estatales en razón de la crisis del Covid-19, si bien el presidente Carlos Alvarado, afirmó en un foro del 14 de agosto, en presencia de agricultores de la Zona Sur, del ministro de Agricultura, Renato Alvarado y el presidente del CNP, Rogis Bermudez, que mantiene su apoyo a las compras locales y al PAI, en el CNP.
“Me satisface que el PAI cumpla su objetivo de dar garantía de precio y mercado a nuestros productores”, afirmó el presidente.