‘¿Cómo vamos a pagar la deuda si no se sale con lo que se vende? Yo soy una persona honrada, pero ¿Con qué les pago, si no me alcanza lo de la palma?’
Esteban Mata/Aarón Chinchilla. – Más de medio millar de productores de palma africana y café de la Zona Sur viven en la zozobra ante la posibilidad de perder las fincas ante la gestión de cobro que entabló en su contra la Junta de Desarrollo Regional de la Zona Sur (Judesur).
Créditos dirigidos a la mejora de especies del café y para la siembra de palma aprobados entre 2009 y 2010 se han vuelto verdaderos dolores de cabeza para estos productores cooperativizados, que se vieron profundamente afectados por plagas como la flecha blanca en el caso de la palma y la roya en el caso del café, sin contar situaciones administrativas de la misma Judesur.
En noviembre, Judesur notificó a los productores sobre procesos de cobro judicial contra las palmeras Coopecovi, y Osacoop y las cafetaleras Cooprosanvito y Coopesabalito, ante la incapacidad de pago de los productores.
La caída del precio internacional por la palma africana y los estragos de la roya en el café, así como los huracanes Nate y Otto, entre otros eventos, provocaron la debacle frente a una situación comprometida de Judesur.
Desasosiego. Alexander Solórzano, gerente de Osacoop, señaló que su cooperativa recibió fondos de Judesur en el año 2012 para sembrar palma y desde esa fecha hasta ahora, se generaron inconvenientes, principalmente de carácter agrícola, que generaron que los asociados tengan problemas para hacerle frente a las cuotas que corresponden para hacer el pago.
“Judesur pasó a cobro judicial y el problema es que como los productores no tienen capacidad de pago, necesitan un trato diferenciado. En números, la deuda es de ¢970 millones y afecta a 109 productores. En un posible remate de Judesur y cierre técnico, se afectaría a más de 500 personas solo en la Península de Osa”, mencionó.
En la misma línea, Mario Mora, gerente de Coopecovi R.L, manifestó que los cobros judiciales aplicados han sido “duros golpes para la organización” ya que, no solo se afecta a los palmeros, sino a sus familias y toda la comunidad.
En este momento, ejecutarnos esa garantía por un crédito de 57 millones dejaría desprotegidos a 25 asociados, sus familias. Es un golpe duro. La organización se vería diezmada. Nosotros queremos una salida. En el caso de Coopesabalito, la responsabilidad de los poco más de 100 productores es crítica, pues la roya dañó los cultivos y ahora, pese a que el cobro cae sobre los productores, se afecta la imagen de la cooperativa.
En tanto, Cooprosanvito, que se extinguió a partir de la intervención del Gobierno a las cooperativas, las deudas siguen persiguiendo a los productores.
Actualmente, el Ministerio de Agricultura, junto con Infocoop y algunos diputados de Puntarenas, se han acercado a Judesur y a las cooperativas para buscar una solución, en un proceso que apenas está empezando a dar señas de avance.
