Crear una cooperativa abre nuevas oportunidades de empleo y bienestar económico para las mujeres

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La Voz Cooperativa.- Producción textil, elaboración de alimentos, fabricación de productos de  limpieza, creación de artículos a base materiales de reciclaje, agricultura así como la prestación de distintos  servicios como transporte, son algunas de las principales actividades que generan empleo y bienestar económico entre las cooperativas lideradas por mujeres en el país.  

 Esos beneficios podrían ser la respuesta para crear nuevas fuentes de empleo entre la población femenina, la más afectada por el desempleo en Costa Rica. Así lo revela la última Encuesta Continua de Empleo realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) para el trimestre de julio, agosto y setiembre en la que se indica que de 378 mil personas sin trabajo, 200 mil son mujeres.  

 “La conformación de cooperativas de mujeres es una plataforma para crear empoderamiento y autonomía económica. Para las mujeres jefas de hogar que han creído en este modelo solidario les ha permitido mejorar las condiciones de estudio para sus hijos, vivienda digna y empleabilidad”, asegura Gina Salas, integrante de la Junta Directiva del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP) y Presidenta del Comité Nacional de la Mujer Cooperativista.  

Cooperativas exitosas lideradas por mujeres 

 Un ejemplo de una cooperativa exitosa es el Consorcio Cooperativo Cosermaquilar R.L. que emplea a 200 mujeres de Guanacaste, San Carlos, San Ramón, Pérez Zeledón, Grecia, Acosta, Naranjo, entre otros. Con sus tijeras, cintas métricas y máquinas de coser, han sido un brazo fundamental en la atención de la pandemia ya que fabrican gabachas, pantalones, botas y delantales para pacientes y médicos de hospitales de todo el país. En el 2020 confeccionaron 700 mil prendas, es decir,  200 mil más de lo que entregan en promedio por año.  

 También tienen convenios con dos colegios cooperativos administrados por Coopecoceic R.L. en Coronado y Coopejovo R.L. en Cartago, con el fin de elaborar uniformes para estudiantes. 

 “Para nosotras es sumamente importante que como cooperativas generemos trabajo en las regiones donde no lo hay. Seguimos buscando más alianzas con la CCSS u otras cooperativas para mantenerlos y así muchas mujeres sigan aportando económicamente a sus hogares”, asegura Damaris Rodríguez, gerente de Coosermaquillar R.L.  

 Mientras eso sucede, en Sarapiquí, dos cooperativas son el sustento de 63 familias. Una de ellas es Coopecocotur R.L., conformada en el 2014 con el aporte de ₡ 2.000 de cada uno(a) de sus 54 asociados(as) en aquel momento.  

 Su oferta se basa en 18 productos a base de coco como: harina, aceite, coco deshidratado y hasta fibra de coco para macetas. Actualmente ofrecen empleo a 25 mujeres y cadenas de tiendas por departamentos ya muestran interés en comercializarlos.  

 “Perdimos el miedo y creamos esta cooperativa. Con trabajo arduo, hemos sobrevivido a la pandemia y ahora hasta tiendas reconocidas de departamentos desean que les proveamos aceite de coco. Vivimos en un cantón muy pobre, con mujeres jefas de hogar, pero creemos que somos capaces de sacar la economía de este país porque estamos trabajando para ofrecer a nuestros hijos una mejor calidad de vida”, dijo Marlene González, gerente de Coopecocotur R.L. 

 Mientras tanto, Coopeazaria R.L., vio en el plátano la oportunidad para generar 38 nuevas oportunidades de empleo. Actualmente no solo producen y comercializan esta fruta entera y en presentación de “snack” sino también que añadieron a su oferta yuca y malanga, dos tubérculos propios de la zona. También ofrecen productos a mujeres en pobreza extrema de la localidad para venderlos y llevar así el sustento a sus familias.  

En San Carlos, los desechos de vinil son la fuente de empleo de 23 señoras. Con creatividad y dedicación, Coopeambiente R.L. utiliza ese material desechado para dar vida a artículos de uso personal como: Bolsos, delantales, estuches para computadoras, cosmetiqueras, entre otros.

Finalmente, doña María Elena Rodrígez, gerente de la Cooperativa Autogestionaria Industrial Panificadora San Carlos (Coopepan R.L.) cuenta que todos los días hornean y  llevan el pan calientito hasta la mesa de los sancarleños desde hace 40 años.  En su cooperativa laboran 16 mujeres.

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