Por Ovidio Vargas.
La Comisión Permanente de Cooperativas de Autogestión (CPCA) visitó el proyecto de cáñamo y marihuana medicinal realizado por el INTA y el MAG con miras a entrar en una nueva industria y generar desarrollo para los cooperativista interesados.
El experimento que lleva a cabo el Instituto Nacional de Innovación y Transferencia Tecnológica Agropecuaria (Inta) en la Estación Enrique Jiménez Nuñez, ubicada en Cañas de Guanacaste; tiene por objetivo brindar conocimiento a los posibles emprendedores en esta agroindustria.
El director ejecutivo de la CPCA, Avelino Fallas, afirmó que el objetivo de la visita fue “conocer las condiciones y avances que ha realizado el MAG y el Inta, en las diferentes zonas del país sobre el cáñamo y cannabis medicinal. Acá los diferentes representantes de las cooperativas interesadas pudieron realizar todas las preguntas técnicas alrededor de este proyecto”.
El origen de este proyecto experimental de cáñamo fue el interés del Poder Ejecutivo en esta industria, razón por la cual el Inta contactó a varias empresas interesadas hasta que la iniciativa se llegó a consolidar en diciembre del 2020.
“iniciamos sesiones con varias empresas interesadas, al final fue con la empresa de capital nacional Roco Plants S.A. con la que vinimos a hacer un acuerdo de cooperación de mutuo beneficio. Ellos pusieron el buena parte del capital, nosotros el espacio y conocimiento en agronomía y hemos llegado a buen término con la evaluación de las 12 materiales genéticos”. mencionó Alfredo Bolaños, director de investigación y desarrollo del INTA.
Durante la visita de CPCA se pudo ver la última y doceava variable destinada a la producción de CBD, compuesto no psicoactivo utilizado para fines médico.
La variedades de las plantas utilizadas en las cosechas fueron 11 para la extracción de CBD y una para fibra que da el cáñamo, material resistente utilizado con fines que van desde industria textil hasta construcción (como aislante en paredes y suelos).
Bolaños, brindo detalles sobre investigación que están realizando y como es el proceso de crecimiento de la planta.
“Nosotros estamos evaluando variedades fotoperiódicas, esto quiere decir que esto tiene un periodo de luminosidad de 17 a 18 horas, entonces estas plantas para que no produzcan flores antes de lograr un buen desarrollo vegetativo tenemos que darle luz artificial, con bombillos LED de 250 Watts, hasta que llegan a un tamaño adecuado para que lleguen a la fase de floración”.
El director de investigación y desarrollo añadió que los resultados son satisfactorios para las 12 variedades vista en la estación de Cañas.
“Las plantas llegaron a crecer poco más de dos metros, el periodo de inicio hasta la cosecha fue en 90 y 110 días aproximadamente. Es un cultivo que se prestaría para hacer tres cosechas al año, en un lugar con la luz y brillo suficiente”.
El Clima sí influye
Bolaños reconoció que sí se marcaron diferencias con las otras especies de cáñamo que se introdujeron en la zona de Guápiles, ya que las variedades eran las mismas, sin embargo, las lluvias si afectaron la salud de las plantas.
“Nosotros hicimos dos evaluaciones, una acá (Cañas) y la otra la hicimos en la estación experimental Los Diamantes, desgraciadamente los materiales que evaluamos en Guápiles no se adaptaron, no les gustó; llegamos a cosecha pero fue muy baja y las plantas se enfermaron más que acá”
A la espera de resultados finales
El siguiente paso para CPCA, según Avelino Fallas, será generar el proyecto global para ponerlo en disposición de la cooperativas, donde se pueda “demostrar la rentabilidad, necesidad de inversión y los resultados de la participación de este proyecto” los cuales que están a la espera.
Se espera que la investigación hecha por el INTA, esté a disposición de todo el público para junio de este año.