La Cooperativa Autogestionaria Good Services R.L pasó de ser una ilusión familiar a un restaurante turístico a la orilla de la ruta 27 gracias a la CPCA y al FNA, lo que ha generado trabajo y desarrollo para un emprendimiento que acumula clientes y paladares satisfechos.
El aporte de la Comisión Permanente de Cooperativas de Autogestión (CPCA) y de su Fondo Nacional de Autogestión (FNA) funcionó como palanca para el despertar a una realidad que inició operaciones prácticamente al mismo tiempo que la ruta 27.
Pocas personas se imaginan que desde antes de la apertura de la Ruta 27 en el segundo Gobierno de Oscar Arias, una familia puntarenense, cooperativizada y apoyada en sus asociados, estaban ya planeando sacar provecho de esta nueva carretera al pacífico.
Hoy por hoy, el restaurante La Casita del Sabor es la parada obligatoria para cientos de viajeros que buscan las cálidas playas del pacífico costarricense.
“Coopegose se creó en e 2006 y fue inscrita en julio del mismo año ante el Ministerio de Trabajo y procedimos a plantear un proyecto productivo viable”, recuerda el presidente del Consejo de Administración, Carlos Castro, en conversación con La Voz Cooperativa.
En este proceso, fue que estos cooperativistas se decidieron por la creación del restaurante como unidad de negocio, algo que ahora recuerdan con cariño, al punto de guardar con rotunda claridad los números de sus primeras facturaciones.
“Guardamos un lindo recuerdo de las ventas de los primeros días: en el primer día obtuvimos ¢35 mil; al segundo ¢47 mil y en el día tres ¢56 mil y en el cuarto ¢75 mil… así sucesivamente fuimos creciendo hasta llegar al punto de equilibrio”, recuerda con nostalgia Castro.
CPCA y FNA: Claves del emprendimiento
Castro recalcó que sin el apoyo de la CPCA y su Fondo Nacional de Autogestión, este sueño no se habría hecho realidad.
“Gracias al apoyo de la CPCA y a través del Fondo Nacional de Autogestión se nos financió la compra del terreno”, recordó Castro, quien agregó que los recursos sirvieron además para la compra no solo del terreno sino de una casa que fue remodelada para la apertura del restaurante.
“De esta forma pudimos abrir las puertas del restaurante el 24 de noviembre de 2009, bautizado como la Casa del Sabor”, agregó.
La empresa cooperativa resultó un éxito, al punto que sus asociados empezaron a planear una expansión, sin embargo, la pandemia del Covid 19 afectó el proyecto.
“Con la llegada de la pandemia este proyecto se dejó para otro momento. Actualmente nos hemos avocado a trabajar duro para recuperarnos de la situación financiera ocasionada por las restricciones provocadas por la pandemia.
Castro finalizó afirmando que el proyecto continúa y que esperan conseguir la expansión y el crecimiento de esta cooperativa, que desde sus inicios, encontró en el FNA y la CPCA la clave para hacer de un sueño, una realidad.