Luego de casi tres años de conversaciones, reuniones, señalamientos, peticiones, gestiones y kilos y kilos de titulares, por fin la Asamblea Legislativa se pronunció sobre la reforma pendiente a la Regla Fiscal, contenida en el capítulo IV de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
El daño por este error abarcó sobre todo la época de la pandemia, generando un efecto asfixiante en los presupuestos del Consejo Nacional de Cooperativas (Conacoop).
La atención del problema corrió por parte de la secretaría ejecutiva del Conacoop, que primero en manos de Franklin Salazar Guzmán (qdDg) y luego del actual secretario, Geovanny Villalobos Guzmán, cuya oficina generó una estrategia de comunicación política que se apalancó en otras muchas organizaciones afectadas por la aplicación equivocada de la Regla Fiscal por parte del Ministerio de Hacienda y una actitud poco reflexiva y sin profundidad de acción de parte de la Contraloría General de la República, que prefirió aplicar la norma aún a sabiendas del error que guardaba y no hizo mucho esfuerzo por empujar a los diputados a corregir lo que estaba mal.
En este sentido, valga el paréntesis para señalar que en este campo, la Contraloría incumplió con su deber de órgano auxiliar de la Asamblea Legislativa, y permitió la injusta aplicación de la norma.
Es más, no solo permitió la errónea aplicación de la norma, sino que la secundó, y participó en la persecución de líderes cooperativos acusándolos de romper la regla fiscal, a pesar de que sabían de oficio que esa norma era inaplicable.
En todo caso, ya esa es agua pasada, para bien del Consejo Nacional de Cooperativas y de los otros 51 Entes Públicos No Estatales a las cuales se les aplicó, sin razón.
Pero no hemos de vivir del resentimiento. Agradecido queda este editorialista con la decisión de los 41 diputados de cinco de las seis bancadas legislativas que sí aprobaron enmendar el error de los diputados del 2018.
Agradecidos quedamos con la gestión del Conacoop, que en adelante podrá echar mano de los recursos de las cargas parafiscales aportados por las cooperativas de todo el país para su representación y defensa a nivel político en todas las esferas institucionales y sociales de nuestro país.
Un paso a la vez
Sin embargo, entendemos que los largos caminos se emprenden con un primer paso y en este sentido, son muchos ya los trillos los que el Movimiento Cooperativo ha debido andar para garantizar el cumplimiento del artículo 64 de la Constitución Política.
Es por esta razón que hacemos votos de confianza y esperanza con la actual conformación legislativa, quienes han demostrado en su mayoría, un espíritu de colaboración, identificación e incluso, militancia con la filosofía propia del cooperativismo.
Hay retos en el horizonte cooperativo, amenazas desde muchos ángulos, de parte de quienes creen que el pluralismo y la democracia económica debe limitarse aún más.
Tenemos retos y amenazas que buscan desarticular al Sistema Cooperativo, su financiamiento y el desarrollo de las empresas cooperativizadas.
Es entendible. De la misma forma, haremos nuestra parte, desde estas páginas, impulsando y visibilizando todos los aportes al cooperativismo que emanen desde los diferentes despachos de la administración pública y desde los espacios políticos donde tengamos acceso a través de las páginas de La Voz Cooperativa, y lo haremos, como se tiene que hacer, de la mano de las fuentes y siempre, un paso a la vez.
