Los fuegos electorales ya se encendieron. Han arrancado en Costa Rica con más de una treintena de partidos que buscan alcanzar el poder en febrero del 2022 y para el Movimiento Cooperativo es clave identificar las oportunidades y amenazas en el periodo 2022-2026.
Este artículo no pretende sugerir por quién votar o juzgar las acciones partidarias o políticas de lo que hasta hoy ha ocurrido, eso queda para otro tipo de publicaciones. El siguiente es un repaso de la oferta política actual de cara a lo que viene.
Al cierre de esta edición, ya son de conocimiento público los anuncios de precandidaturas en partidos ‘tradicionales’ como Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana, a su vez, también han urgido coaliciones de centro derecha y algunas propuestas solitarias que avanzan con poca claridad.
En este sentido los planteamientos que promueven una reducción ideológica del aparato estatal dirigida a debilitar el Estado Social de Derecho afectarán siempre el fomento del Movimiento Cooperativo.
El cierre o venta de la banca estatal sin que se garantice un recurso adecuado para el sostenimiento de entidades como el Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (Infocop), el Consejo Nacional de Cooperativas (Conacoop), el Centro de Estudios y Capacitación Cooperativa (Cenecoop) o la Comisión Permanente de Cooperativas de Autogestión (CPCA) provocaría una afectación directa en la promoción de nuevas cooperativas.
También se afectaría el acompañamiento y capacitación de las nuevas empresas cooperativas, las líneas de financiamiento y la defensa del Movimiento.
De ahí la importancia de analizar con lupa las propuestas, no solo presidenciales, sino las dirigidas a las diputaciones que llegarían a definir el fortalecimiento o el debilitamiento del cooperativismo en el país.
VAMOS AL ANÁLISIS:
En el caso de Liberación Nacional (PLN), se mantienen al cierre de edición la propuesta de seis precandidatos buscarán retornar al poder después de dos gobiernos consecutivos del Partido Acción Ciudadana.
Entre los nombres, destacan dos diputados con vertientes distintas (Roberto Thompson-Carlos Ricardo Benavides) y el expresidente de la República José María Figueres, sin embargo, hay nombres que se mantienen en pie de lucha.
En estas tiendas la opción de Figueres se perfila con fuerza, si bien Benavides con el respaldo del exministro de la Presidencia Rodrigo Arias, polariza al PLN en dos polos bien identificados: el figuerismo y el arismo.
Sin embargo, el diputado Thompson dio un golpe de efecto la segunda semana de abril, al pagar por adelanto los ¢29 millones de la inscripción prevista para la tercera semana de este abril, con el respaldo de un bloque municipalista que apela a la renovación de figuras.
La elección verdiblanca se prevé para el domingo 6 de junio. En la acerca del frente, la Unidad Social Cristiana (PUSC), los diputados Erwen Masís y Pedro Muñoz, así como la exministra de Justicia Lineth Saborío y el abogado Roberto Suñol.
A ellos se le podría sumar el exministro de la Presidencia Rodolfo Piza, quien ha mostrado interés por las boletas de inscripción para aspirar a la candidatura por el PUSC.
La encrucijada de la Unidad es aún mayor, pues que no gobiernan desde el año 2002.Del actual partido en el poder, el PAC, todo es especulación y silencio:
Se barajan nombres como Ana Helena Chacón, Carolina Hidalgo y el exministro de educación, Édgar Mora, sin embargo, solo se han oficializado dos nombres: Hernán Solano y Martha Zamora.
Con obras públicas recién inauguradas como caballito de batalla y con el fantasma de dos gobiernos (en los que se intervino al movimiento cooperativo) el PAC es un latente signo de interrogación que, al día de hoy, no deja de ser una fuerza política electoral con posibilidades e romper el cerco y llegar a tres gobiernos al hilo, algo no visto desde la fundación de la Segunda República.
En cuanto a otras agrupaciones, resuenan nombres como Eduardo Cruickshank, Melvin Núñez Piña (Restauración Nacional), Fabricio Alvarado (Nueva República) José María Villalta (Frente Amplio), Natalia Díaz (Unidos Podemos) o John Vega (Partido de los Trabajadores).
COALICIONES DE DERECHA.
En cuanto a los denominados partidos de derecha (que más podrían delinearse como partidos liberales en lo económico y conservadores en lo social) el exministro de Hacienda Rodrigo Chaves levanta la mano para integrar una coalición con el Partido Republicano Socialcristiano.
En otra acera, resalta la figura de Mario Redondo, quien han estado agrupando nuevos partidos para conformar coaliciones de cara 2022.
Pero más allá de los nombres, lo cierto es que serán las propuestas (y los nombres detrás de quienes promueven esas candidaturas) quienes definirán el rumbo de la ruta del país.
El caso del PAC, por ejemplo, que ofreció una propuesta electoral en campaña pero que llegado al poder se llenó de figuras liberales que atentaron contra el Estado Social de Derecho en aras de una supuesta reactivación que sigue sin darse.
No cabe duda de que los problemas principales del país no son coyunturales, sino estructurales, y que se debe realizar ajustes, lo cierto es que dichos ajustes tampoco deben barrer con los elementos que han fundamentado la sostenibilidad de una institucionalidad dirigida a promover el acceso a servicios públicos de calidad que nos diferencian del resto de Centro América (y del mundo en algunos casos).
Una mala administración y una dirección errada, podría llegar a afectar a todos los habitantes poniendo en peligro al cooperativismo e incluso, al mismo Estado de Derecho y régimen democrático.
Lo que está en juego en los próximos comicios es el futuro, no solo de más de un millón de cooperativistas en el país, sino de la estabilidad social de un país cuyos principios solidarios le han dado un espacio en la escena internacional.
A lo anterior, el próximo mandatario recibirá una economía en crisis, más de 18% de desempleo y con una sociedad que demanda reformas prontas, pero que no afecten al sector cooperativo.
El efecto de la pandemia por el Covid-19 que se suma a la ya importante crisis que atravesaba el país previo a la pandemia global, será sin duda el tenor de una campaña donde estamos llamados a abrir los ojos y elegir con cuidado.