Luego de lograr que el lunes no se discutiera el veto presidencial al proyecto de ley de vuelos baratos, hoy en la reunión de jefes de fracción el Partido Liberal Progresista logró atrasar aún más la discusión.
Será hasta el martes 11 de febrero que se conozca y se valore la posibilidad de que se dé un resello, para lo cual se necesitan 38 votos, y así se convertiría en ley de la República.
“Es evidente que lo que se está buscando es tener los votos, como lo buscaría cualquier otra fracción, incluyendo la de gobierno, y lo que se busca es tener la mayoría para tener digamos una votación favorable. Mi fracción está de acuerdo con el resello y secundamos eso”, expresó Antonio Ortega, jefe de fracción del Frente Amplio.
Pese a la oposición del oficialismo, liderado por Pilar Cisneros, la decisión fue tomada por mayoría y por lo que la fecha quedó establecida.
Sobre este proyecto, ayer el presidente Rodrigo Chaves insistió en las razones por las que la vetó: “Esto es una ley nefasta para los intereses del país, que sospecho tiene un interés comercial, una empresa muy fuerte detrás del diputado que la propuso y por tanto, me alegra mucho saber que hay diputados que están ganando conciencia para no hacerle un daño tan grande al país”.