Opinión : La importancia de los Procesos Asamblearios

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Por Nury Guevara

En días recientes, las noticias han destacado mucho sobre el gobierno corporativo, especialmente la idoneidad de los miembros del consejo de administración. Sin embargo, este tema debe abarcar a toda la organización, comenzando por los asociados. No me refiero a títulos universitarios, sino a qué los asociados estén debidamente capacitados y formados en diversos temas que involucran el quehacer de una empresa cooperativa. Esto es importante porque, generalmente, los asociados no se capacitan ni se involucran en todos los temas; ejemplo de ello en el cómo se la realiza una asamblea, lo que puede llevar a errores significativos que afectan a la empresa.

Continuando con esta línea de pensamiento, no pretendo dar una catedra sobre el tema, pero si poner en contexto varios elementos clave para entender la importancia de los procesos asamblearios en las cooperativas.

Asimismo, es importante recordar que todo organismo cooperativo posee órganos directivos para la toma de las decisiones más importantes. Esto se observa en el artículo N° 36 Órganos Sociales de la Cooperativa, donde se detalla la composición de dichos órganos, siendo la Asamblea General de Asociados la máxima autoridad decisoria. Sus acuerdos deben tomarse de conformidad con la LAC, el Estatuto Social y Reglamentos.

Las Asambleas se dividen en dos tipos:  ordinarias y extraordinarias. La asamblea ordinaria se realiza al menos una vez al año en el mes que señale el estatuto de la cooperativa. La asamblea extraordinaria se convoca cuando es necesario para tratar asuntos importantes o cuando lo disponga la ley.

En la Asamblea participan todos los asociados que gocen de plenos derechos al realizarse ésta. Si la cantidad de asociados es elevada y hace la asamblea inmanejable, el INFOCOOP puede autorizar que la Asamblea sea de delegados electos, para ello se requiere de una modificación estatutaria previo análisis y guía por parte del INFOCOOP.

Se ha dicho mucho referente al goce de derechos por parte del asociado para participar en la Asamblea, pero estos derechos son para aquellos asociados que el Consejo de Administración no haya sido suspendidos y mientras se mantenga así.

Resulta imprescindible recalcar a los asociados la importancia de mantenerse al día en sus obligaciones con la cooperativa, incluyendo el aporte de capital, lo que fortalecerá el patrimonio del organismo cooperativo.

Ahora bien, ante la falta de formación o de promulgación de los procesos asamblearios puede ocasionar errores de interpretación tanto legales como administrativos.  Las asambleas deben convocarse entre 15 a 8 días antes de la fecha de realización, mediante un comunicado oficial y la entrega de la convocatoria con la documentación necesaria para la deliberación.

En este tipo de reunión requiere de un proceso para llevar a buen puerto una asamblea y que esta no sea anulada, impugnada o rechazada, en este caso, por el Ministerio de Trabajo.  Es vital que quienes dirigen la asamblea y los asambleístas conozcan los procesos de deliberación, y conocer la legalidad de la toma de decisiones, los aspectos que se aprueban o se conocen en una asamblea ordinaria, la capacidad de interpretar estados financieros y otros aspectos necesarios para su buen manejo.

Cabe mencionar un principio legal de suma importancia:  cada asociado tiene derecho a un voto, sin distinción del monto de capital u otra forma de representación. Criterio que diferencia a las cooperativas de otras organizaciones como las sociedades anónimas. En este contexto, el libro elaborado por Mayrand Ríos Barboza y Juan Castillo Amador sobre la Ley de Asociaciones Cooperativas es una herramienta esencial para los cooperativistas. Incluye criterios, jurisprudencia y legislación de diversas fuentes, facilitando la comprensión y aplicación de la ley. Por ello, este recurso, accesible y detallado, ayuda a clarificar aspectos legales y administrativos, proporcionando guías prácticas para la gestión cooperativa. Su lectura es altamente recomendada para todos los asociados, ya que mejora su capacidad para participar activamente y tomar decisiones informadas dentro de la cooperativa.

En conclusión, los procesos asamblearios son fundamentales para la gobernanza democrática y el buen funcionamiento de las cooperativas. La participación y la capacitación continua de los asociados aseguran decisiones informadas y transparentes, fortaleciendo la estructura y sostenibilidad de la cooperativa. Es crucial que las cooperativas implementen programas de formación a través del Comité de Educación, el CENECOOP o el Departamento de Educación Cooperativa, con la finalidad de que los asociados estén mejor preparados y más involucrados en el accionar de la cooperativa.

 

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