La Voz Cooperativa

Opinión : El efecto de las cooperativas en la comunidad

Por Nury Guevara

El próximo 06 de julio del 2024 se celebrará el Día Internacional de las Cooperativas en conmemoración del centenario de la creación de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI). Así lo proclamó en 1992 la Asamblea General de la ONU y, en diciembre de 1994, invitó a los gobiernos, organizaciones internacionales, organismos especializados y organizaciones cooperativas nacionales e internacionales a observar anualmente este día, reconociendo que las cooperativas estaban pasando a ser un factor indispensable del desarrollo económico y social. (portal educativo de Mendoza, www.mendoza.edu.ar)

 

Además, en el año 2012, se estableció como lema: “Las empresas cooperativas ayudan a construir un mundo mejor”, para conmemorar y resaltar el significado que tienen las cooperativas para la sociedad.

 

A lo anterior se desglosa en las dos dimensiones que coexisten en una cooperativa: tanto lo social como lo empresarial. Ambos elementos van de la mano en el desarrollo comunal y, desde una perspectiva de coadyuvancia al Estado, influyen en la mejora de la calidad de vida de los habitantes donde se desempeña una cooperativa.

 

Ahora bien, para ampliar el análisis se utiliza como referencia a autores como Milton Friedman, quien que indica:

 

 “En una economía libre, la empresa tiene una y solamente una responsabilidad social: utilizar sus recursos y realizar actividades designadas a aumentar sus beneficios, siempre que cumpla las reglas del juego, es decir, actuando en competencia.”

 

Al unir estas perspectivas dentro de la dicotomía que genera una cooperativa al emparejar lo social y lo económico-empresarial en una comunidad, no se puede omitir el desafío que enfrenta el sector que hoy nos une. En un mundo donde la globalización avanza sin detenerse y sin esperar, las competencias directas de las cooperativas, de igual forma, avanzan. Ante los retos que conlleva adaptarse a las nuevas condiciones, las cooperativas han sabido aplicar la eficiencia, eficacia y el control económico que les permiten posicionarse en el mercado con los bienes y servicios que aportan los asociados.

Por su parte, al considerar la definición empresarial y económica, donde toda empresa debe maximizar sus ganancias o, como se dice en inglés, “profits”, que a fin de cuentas es lo buscado por los inversionistas capitalistas, en el sector cooperativo también es punto de interés de inversiones. Sin embargo, la diferencia radica en que la riqueza se distribuye entre muchos y, principalmente, se cumplen los principios y valores que este tipo de organización tiene y que sus asociados interiorizan. Allí radica la diferencia existente entre el mundo mercantilista —del cual las cooperativas no son ajenas— y el mundo socioeconómico de las empresas cooperativas.

En este mismo orden de ideas, el Dr. Ennio Rodríguez, en su artículo en La República de 2018, republicado por la Universidad de Costa Rica (a través de la sección de noticias de la página web), elabora un análisis de los comentarios realizados en la visita al país del premio Nobel Joseph Stiglitz, donde se plantea el cooperativismo como “la única alternativa al modelo económico fundado en el egoísmo que fomenta las desigualdades”, siendo una luz de esperanza ante las desigualdades económicas y sociales actuales.

Concluye su artículo indicando que “debido a los valores y principios no es extraño que el movimiento cooperativo haya sido tan exitoso en Costa Rica. Se corresponde con la cultura nacional. Es una organización empresarial que promueve simultáneamente los objetivos de eficiencia y distribución en un marco democrático. También, considera Stiglitz, la empresa cooperativa está mejor preparada para enfrentar los riesgos económicos que se avecinan.”

Si comprendiéramos de mejor manera a las empresas cooperativas, en función del manejo eficiente y eficaz, así como el cumplimiento de los principios cooperativos, se disminuirían las brechas socioeconómicas existentes. Donde existe una cooperativa, el asociado y la comunidad tienen un mejor futuro.

Aunado a lo anterior, en el programa Reto Siglo 21, de Jorge Woodbridge (del 19 de junio de 2024), en una conversación realizada con el Dr. Ennio Rodríguez, disertan sobre el impacto de las cooperativas, llamando mucho la atención la siguiente frase: “el sector privado no puede resolver todo”. Esto nos demuestra que la privatización de la mayoría de los sectores y/o servicios no resolvería los problemas estructurales del país. Sin embargo, una empresa con la adecuada dirección, administración y gestión sí puede resolver o atenuar eficientemente los problemas. Esa empresa es el cooperativismo.

Para ello, se destacan empresas cooperativas como COOPROLE R.L., COOPESA R.L., cooperativas de salud, de electrificación, productivas, entre otras, donde la unión de personas para solventar un problema en común resulta ser de mayor impacto que aquellas del sector privado. Ante esta dinámica, el Dr. Rodríguez comenta sobre el estudio realizado por el investigador Roberto Artavia; en su investigación se determinó que, al comparar dos empresas productivas en diferentes cantones, una privada y otra cooperativa, esta última generó mejores indicadores sociales.

Por tanto, es claro que las cooperativas resultan ser la mejor opción empresarial, debido a la distribución de la riqueza entre muchos. Sin embargo, existe una problemática debido a las capacidades para gestionarse adecuadamente con parámetros que permitan mantener el negocio en una dirección pertinente. Es por ello la necesidad de la educación y formación de los asociados que pretendan ocupar los puestos tanto del Consejo de Administración como de los comités, así como el cuerpo gerencial. Con ello se mitiga el riesgo de una inadecuada administración. Claro está que ningún control interno por sí solo es 100% efectivo; es necesario inculcar los valores y principios cooperativos en todas las partes involucradas.

En conclusión, el modelo cooperativo es uno de los activos netamente promulgados por la constitución de la segunda república que se ha afianzado a través de los años con el desarrollo de cooperativas como COOPEVICTORIA R.L. y muchas otras que han demostrado que donde hay una cooperativa, hay desarrollo. Por ello, es importante que la educación y formación cooperativa se incorporen en la currícula educativa en todas las escuelas y colegios (como está estipulado por la ley y la constitución del país), con el fin de concienciar sobre este modelo y maximizar las oportunidades que brinda. Del mismo modo, se debe fomentar la capacitación para quienes desean formar parte de la dirección, de manera que conozcan y tengan acceso a las herramientas necesarias para dirigir y gestionar la empresa cooperativa en cumplimiento de los objetivos, para así continuar con los impactos positivos en los indicadores sociales y coadyuvar a la economía del país.