En un esfuerzo sin precedentes por cerrar la brecha de desarrollo y conectividad en las zonas más apartadas de Costa Rica, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y el Instituto de Desarrollo Rural (INDER) han firmado un acuerdo marco destinado a transformar la realidad de numerosas comunidades rurales.
Este convenio, firmado por Marco Acuña del ICE y Osvaldo Artavia del INDER, simboliza una promesa de futuro, esperanza y progreso, extendiéndose con la posibilidad de renovación hasta alcanzar los 15 años de colaboración.
La alianza entre estas dos instituciones emblemáticas no es solo un pacto administrativo; es un compromiso con el desarrollo integral y sostenible de Costa Rica. Con una inversión conjunta que asciende a ₡1.270 millones en los años 2022 y 2023, el proyecto ha echado a andar con 8 iniciativas de electrificación, cambiando la vida de los habitantes de zonas como la Finca Dú Túj y la Finca Curá en el Territorio Indígena de Rey Curré.
Este ambicioso programa busca llevar no solo luz, sino también conectividad a internet a territorios que hasta ahora han permanecido marginados de los vertiginosos avances tecnológicos del siglo XXI.
La electricidad y el acceso a internet son reconocidos globalmente como fundamentales para el desarrollo educativo, la inclusión social, y el crecimiento económico, y ahora estas herramientas estarán al alcance de comunidades que anhelan unirse al ritmo acelerado del mundo exterior.
El impacto de estas obras trasciende la simple instalación de infraestructura; se trata de un impulso al desarrollo económico y social, de abrir puertas a la educación, la salud, y el comercio electrónico, permitiendo que estas comunidades no solo sueñen con un futuro mejor, sino que lo construyan con sus propias manos.
La cooperación entre el ICE y el INDER es un claro ejemplo de cómo la sinergia entre diferentes sectores del gobierno puede generar cambios significativos y duraderos. Además de mejorar la calidad de vida de los habitantes de estas áreas, el proyecto promete fomentar la autogestión y el empoderamiento de las comunidades rurales, colocándolas en el mapa del progreso y la innovación.
Con cada kilómetro de cable tendido y cada nueva conexión a internet establecida, Costa Rica avanza firme hacia la inclusión total de sus territorios rurales en el panorama nacional e internacional. Este esfuerzo conjunto no solo ilumina hogares y conecta a las personas con el mundo digital, sino que también enciende la chispa del desarrollo sostenible y equitativo, proyectando un futuro brillante para todos los costarricenses.