Tras una intervención de dos meses y el no acuerdo por parte de los accionistas de un plan de regularización, el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) acordó declarar la inviabilidad de la financiera Desyfin S.A. lo que significa que está en quiebra.
Según el informe presentado entre los hallazgos que llevaron a tomar esta decisión están:
– Ajustes en la información financiera y contable que, al 31 de agosto del 2024, totalizaron un monto de ₡17.015 millones. Entre los rubros ajustados destacan: estimaciones crediticias, reversión de gastos registrados como activos, pérdidas por venta de bienes, sobrevaloración de activos y provisiones de pago de impuestos.
– Pérdidas de la Financiera por ₡21.968 millones a agosto del 2024, derivadas fundamentalmente de dichos ajustes.
– Pérdida de la totalidad del patrimonio de la Financiera y un faltante de ₡6.704 millones, lo que representa una caída del -158% del patrimonio al 31 de agosto del 2024.
– Caída en la suficiencia patrimonial la cual pasó de un 10,3% reportada en julio del 2024 a -10,7% a agosto del 2024.
– La no aprobación por los accionistas de un plan de regularización de la Entidad que debía abarcar tres pilares: I) capitalización, II) robustecimiento de la liquidez y III) transformación del gobierno corporativo.
De esta manera ahora se inicia el proceso de resolución con el fin de intentar recuperar la mayor cantidad de recursos para los ahorrantes e inversionistas, el cual podrá tomar hasta un año según lo establecido por la ley.
Según Laura Suárez, presidente del Conassif, “la existencia en la Financiera de un
conjunto de activos valiosos y deseables permitiría la recuperación de pasivos en una condición beneficiosa en comparación a un proceso concursal, en busca de obtener el mayor beneficio para los ahorrantes e inversionistas de la Financiera”.
Para este nuevo proceso se designó a la señora Marianne Kött Salas como Resolutora y al señor Luis Diego Fernández Gómez como Resolutor Adjunto.
La intervención de Desyfin había comenzado el pasado 13 de agosto debido a la deficiente administración de su cartera de crédito, la cual ascendía a ¢125.341 millones en junio.
Esta financiera había recibido autorización para operar como entidad financiera no bancaria en 1998 y ahora se encontró en una situación financiera insostenible.
