Rogis Bermúdez Cascante.
Hace unos días escuchando en un programa de radio a Daniel Suchar, economista de porte liberal y de los que en ocasiones creen tener la varita mágica para la solución al problema de la economía nacional.
Me llamó la atención algo que dijo y definitivamente coincido en su posición. Hablaba del respaldo que debe tener un país como el nuestro para poder acceder a crédito internacional y bajar el riesgo.
Decía que un país debe respaldar El valor de la producción y de los activos productivos, sus préstamos con sus activos, sus reservas y su producción interna. Y claro, estoy en total acuerdo con su posición, mantener nuestros “activos productivos” es una garantía de respaldo. El ICE, RECOPE, INS, FANAL INCOFER, AyA, CNFL, RACSA, BCR, BNCR y otras instituciones que generan empleo y aportan miles de millones en impuestos al estado es en definitiva un gran respaldo, además de que atienden y proteger a nuestra población (así quedó demostrado a inicios y durante la Pandemia que nos azota).
También lo son las reservas, normalmente oro, bonos y activos intangibles que debemos incrementar.
Por su parte Don Daniel no menciona mucho sobre la producción interna, verdadera fuente de riqueza, fortalecer y apoyar los sectores productivos es una de las mejores formas de reactivar la economía, se generan muchos empleos distribuidos por todo el país, se pagan impuestos, hay demanda local por bienes domésticos y al final hay desarrollo.
La pregunta, entonces. ¿Para qué vender o cerrar nuestros activos productivos?
En el caso del sector agrícola ¿Para qué seguir con esa idea absurda de creer que la solución a la alimentación es que importemos los alimentos y nuestros agricultores vayan al IMAS por un bono mensual? O en el caso de las Pymes ¿Por qué insistir en cerrar sus oportunidades de acceso al crédito
o desarrollo de capacidades?
Muchos países ya han pasado esa dura etapa y ha quedado demostrado que es un gran error la privatización de servicios estratégicos y a su vez desatender la producción interna.
El resultado de estas medidas contraviene con nuestro nivel de riesgo país, nuestra calificación internacional y el acceso a mejores fuentes de financiamiento país y en consecuencia el detrimento en la economía.
Debemos formar empresas que encadenen o bien provean de pro-
ductos o servicios a otros; o que vendan por sí mismas, como sea su modelo de negocio, creer en nuestras empresas es creer en Costa Rica.
Deben existir equilibrios para que todos convivamos y sigamos siendo parte del desarrollo, jamás lo lograremos si no facilitamos el acceso al crédito, debemos crear programas de transferencia de riesgos, donde se pueda dar seguro, avales, acompañamiento y seguimiento, y sobre todo el agro que es un sector con altos riesgos al cambio climático a ellos y ellas debemos apoyarles con protección, seguros para la producción y avales del estado que permitan ser sostenibles en el tiempo y engrandecer a nuestro país de punta a punta.
